Y si, me puede el tequila
Ayer, salí de nuevo con mi amiga S. (vino de visita desde Arg). Estaban otros amigos y amigas y fuimos a un lugar al que yo desesperadamente quería ir, porque me gusta la música, me gustan los chicos que hay y supuestamente era la inauguración (ya hubo una pre...) y todo era gratis. (buen punto)
Al principio y casi como siempre... todo muy controladito, una chela, mucha charla... algún que otro intercambio de miradas con el sexo opuesto ... Digamos que evaluando la situación.
Hasta que en un momento, decidimos que había que tomarse un tequila.
S. argentina, de vacaciones.... yo su supuesta anfitriona mexicana. Era un hecho.
Nos acercamos a la barra (mi sonrisa de oreja a oreja) y pedimos nuestros chupitos correspondientes.
Siempre que tengo mi tequila en frente siento esa mezcla de miedo y emoción por ese brebaje que va a entrar a mi organismo. Me gusta toda la pavada del ritual, la sal, el limón, brindar... la ansiedad de cómo me va a caer ?.
Con mis amigos, en arg, había días que programábamos "hoy es noche de tequila". por supuesto todo terminaba en desastre que apenas podíamos recordar en el domingo resacoso. De estas noches salio la frase de mi amigo L. "no aprendimos nada", la mencionábamos cada noche en la que nos encontrábamos apostados en la barra pidiendo nuestro tequila de la perdición.
En fin... continuo el relato de la noche de ayer. Qué pasó?
Después del tequila # 1, bien entradas en calor, la musica mas fuerte, mas gente, mas ruido, mas todo, decidimos tomar el tequila #2 y por supuesto yo encontré la ocasión de tomar el tequila 3...
Siempre me pasa lo mismo... sea lunes o sábado hay un momento en que el límite de la responsabilidad se diluye, y no importa el trabajo, ni el sufrimiento del otro día, ni lo que diga la gente, ni lo que vea, ni la música, ni los Sres. guapos (a veces... ja!):
yo quiero seguir tomando tequila.
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