primer dia

Como había sido pronosticado, ayer fue mi primer día de terapia.
Los minutos antes de conocer a la persona que va a intentar arreglar tu cabeza son realmente nerviosos e intensos, ese dolor de boca de estómago endurecido, es justamente conocer a quien le vas a contar TODO, todo lo que atreviese tu universo mental, desde lo mas feliz a lo mas miserable.(viste que uno siempre tiende ser exitista)

Experimenté nuevamente esa ansiedad por conocer su cara, mas bien sus ojos... los que te van a mirar cuando hagas tus monólogos interminablemente mareantes ( siempre en algún momento de la sesión pienso... "pobre Sr., que aburrido debe estar!, o... Uy!!! o me toca con la loca que se inventa problemas que no tiene").
Mi decisión de ir a terapia siempre tiene una carga de intriga, de curiosidad por experimentar ese intercambio de sensaciones con una persona 100% imparcial que carece de sentimientos hacia uno, lo que se diría una relación netamente profesional, alguien que va a examinar con lupa científica tus pensamientos y razonamientos... (que miedo!)

En este caso, la intriga se acrecentó bastante, ya que no era sólo un "Sr. psicólogo, sino que era un "Sr. Psicólogo mexicano"... esto no es joda para un extranjero. Ahí estaba yo, a pesar de, valiente y decidida , tocando el timbre de la casa color melón de no se cuantos pisos, en un barrio de no se cuantas casas extrañas.

En ese momento, apabullada por la cantidad de veces que me dicen, en joda o no.... (uno nunca sabe realmente) "estás loca", me sentí cuerda... (jajaja!), y pensé si yo sola tomo la decisión de venir a terapia quiere decir que tan inconcientemente loca no quiero ser...

(yo digo que los locos no existen, el problema es que viven en una escala de valores y criterios demasiado diferentes al conjunto que los rodea, digo que es un buen y racional justificativo para poder ser caprichosa e impulsivamente diferente cuando te venga en gana, no?)